La ciudad de la Costa Atlántica que se cría por fuera del blanco de la guerra sucia, ha sido escenario de varios asesinatos y persecuciones contra dirigentes populares.

VOZ La verdad del pueblo
Edición 2067
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En el Primer Foro Departamental por la Defensa de los Derechos Humanos, realizado recientemente en Barranquilla, atendiendo una convocatoria de la CUT -Subdirectiva Atlántico- y del Comité de Defensa de los Presos Políticos, se denunciaron los asesinatos de dirigentes políticos, obreros y universitarios, que ya conforman una larga lista de nombres como el de Tomás Romero presidente de Asocomunal Malambo y candidato al concejo de ese municipio; Rubén Guerrero directivo del sindicato de la DIAN -Atlántico- cuyo cuerpo fue encontrado con visibles signos de tortura; Luis Meza Almanza ex Secretario de la Universidad del Atlántico, ultimado por sicarios a 30 metros del comando central de la policía; Orlando Silvera Solano candidato al Concejo de Barranquilla y Arturo Pérez Mercado candidato a la Asamblea del Atlántico, quien fuera sacado de su casa por hombres fuertemente armados y luego encontrado muerto en el municipio de San Juan Nepomuceno (Bolívar), Alfredo Castro Haidar candidato a la rectoría de la Universidad del Atlántico asesinado la noche del 5 de octubre a pocos metros de su residencia.

Después del evento, causaron gran preocupación la existencia de voluminosos expedientes basados en informes elaborados por los organismos de inteligencia del Estado (B2 de la Segunda Brigada del Ejercito con sede en Barranquilla, la SIJIN Y CIPOL de la Policía Nacional y del batallón de Infantería No. 1 con sede en Cartagena donde aparecen nombres de dirigentes sindicales, estudiantiles, políticos y demás personalidades de la ciudad, que vienen siendo acusados de tener vínculos con la subversión. Cabe decir que varios de los que aparecen en dichas listas ya han sido detenidos, amenazados o asesinados.

Habla dirigente del PCC

Al respecto VOZ conversó con Benedicto González Montenegro dirigente del Partido Comunista del Atlántico y Presidente del Sindicato de Servidores Públicos del Distrito de Barranquilla:

¿Cómo analiza la situación de Barranquilla y el Atlántico?

No hay duda que los hechos que venimos denunciando responden a una escalada de los paramilitares en toda la Costa Atlántica y que hasta el momento no se había podido consolidar en la ciudad de Barranquilla. Pero de igual manera es una cuenta de cobro que la derecha le está pasando a la dirigencia sindical y política de izquierda que de manera patriótica ha rechazado la implementación del Plan Colombia por considerar que está dirigido a profundizar el conflicto social y armado que se vive en el país, con el pretexto de erradicar los cultivos ilícitos.

¿Qué explicación tienen para usted los sucesos ocurridos últimamente en la Universidad del Atlántico?

La del Atlántico como todas las universidades públicas del país se encuentra amenazada por las políticas educativas neoliberales que pretenden descargar al Estado de la obligación de garantizar educación para el pueblo colombiano y convertir el sistema educativo en otro negocio rentable como hicieron con la seguridad social, hoy en manos de particulares. Creo que la comunidad académica de la Universidad del Atlántico no será inferior al compromiso de defender el carácter público de esa institución, con múltiples iniciativas que convoquen al conjunto de los sectores sociales de la ciudad y del departamento a los que también les duele la Universidad. La idea de clausurar el Congreso Nacional de Estudiantes Universitarios con una caravana que salió de la ciudad de Cartagena y concluyó este 18 de octubre en la plazoleta de la Universidad del Atlántico es una muestra no sólo de solidaridad sino del compromiso del movimiento estudiantil universitario frente a los destinos de la Universidad y del país.

Las elecciones

¿Cómo afecta la situación de violencia al debate electoral?

Ha quedado demostrado con los asesinatos de tres candidatos a corporaciones públicas, que no existen en la ciudad ni el departamento las garantías mínimas para el ejercicio político y electoral. Pero sin dudas las elecciones del 29 de octubre serán definitivas en lo que tiene que ver con la suerte y el futuro político de la región; vemos de un lado a la clase política que en el pasado gobierno con grandes desaciertos el municipio, hoy Distrito de Barranquilla, dispuesta a recuperar el poder político que perdió hace 10 años, no solo para devorar un atractivo presupuesto de casi 300 mil millones de pesos, sino para institucionalizar la guerra contra los sectores populares. De otro lado hay una candidatura a la Alcaldía que sin ser de izquierda, sí tiene en su programa y en su acumulado histórico mayor compromiso con las necesidades del pueblo barranquillero.

¿Es usted pesimista frente al futuro político de su región y del país?

Creo que en el futuro inmediato la violencia política en este departamento se va agudizar, pero se generarán las denuncias y las movilizaciones de masas que harán frente a la arremetida paramilitar; en ese sentido la unidad de los sectores democráticos y de izquierda se torna en una condición obligatoria para que el movimiento popular salga airoso de esta coyuntura. Ello tanto para la región como para el país.