Miembros de la Dirección de Policía Judicial e Investigación de la Policía (Dijin) dijeron ayer en Bogotá que los autores de la masacre del martes en Candelaria, municipio localizado en las afueras de Cali, pertenecen al Cartel de Medellín. Según las primeras pesquisas, los asesinos iban en busca de Gilberto Rodríguez Orejuela, José Santacruz Londoño y Francisco Herrera, considerados por la Agencia Federal de Drogas de Estados Unidos (DEA) como miembros del Cartel de Cali.
eltiempo.com
27 de septiembre de 1990
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Anoche fueron detenidos por la Policía del Valle, en una finca de Santander de Quilichao (Cauca), cuatro de los hombres que habrían participado en la acción criminal; tres de ellos son oriundos de La Estrella y el otro de Itagí (Antioquia).
En el mismo lugar se hallaron 11 fusiles R-15, cuatro subametralladoras Mini-Uzi, tres fusiles AUG con mira telescópica, dos fusiles Galil, 45 proveedores, granadas de fragmentación y numerosos uniformes camuflados de uso privativo del Ejército y la Policía.
A raíz del sangriento episodio, que dejó 18 muertos y cuatro heridos, ayer se realizó un consejo extraordinario de seguridad departamental, para tomar medidas que eviten nuevas alteraciones del orden público.
El equipo de Los Pachos , dirigido por Hugo Pitillo Valencia y Eduardo Perdigón, ex futbolistas profesionales del Club América de Cali, ganaba por cuatro goles a tres a un espontáneo equipo aficionado. Eran las siete de la noche del martes y faltaban 15 minutos para terminar el partido, presenciado por unas sesenta personas que llegaron al sitio, en su mayoría, en lujosos automóviles.
El escenario del juego, una cancha de fútbol reglamentaria dotada con cuatro torres de iluminación, pista atlética de tartán de seis carriles y una pequeña tribuna de sombra, se convirtió de pronto en un campo de muerte. Unos veinte hombres fuertemente armados, que vestían prendas de la Policía y el Ejército, irrumpieron en el lugar en tres vehículos y dispararon indiscriminadamente contra los presentes.
El balance final del ataque, que según las autoridades marca la reanudación de la guerra entre los carteles del narcotráfico, es de 18 personas muertas (dos cocineras, cuatro empleados, cuatro jugadores de futbol, tres escoltas, el árbitro y cuatro obreros del Ingenio Mayagez), y cuatro más heridas.
Los servicios de inteligencia de la Policía informaron ayer que la finca donde se realizó la masacre es de propiedad de Francisco Herrera, considerado por las autoridades como el cuarto hombre dentro de la organización del Cartel de Cali.
El inmueble, de unas cincuenta hectáreas, está localizado en el corregimiento de El Cabuyal, en la vía entre Candelaria y Puerto Tejada, unos treinta kilómetros al suroriente de Cali.
El predio fue enmallado y amurallado y lo que sucedía adentro pasaba casi inadvertido para los habitantes del poblado aledaño. El trabajador que hacía las veces de portero en la entrada principal recuerda que escuchó el chirrido de unas llantas sobre el pavimento. Luego, un Trooper llegó hasta el portal y su único ocupante le gritó: ábrame rápido que me vienen siguiendo .
El portero obedeció y justo cuando cerraba la puerta aparecieron tres vehículos con hombres uniformados que disparaban contra el campero. Del susto, el humilde trabajador se desmayó y eso le salvó la vida.
Los atacantes se apearon de los vehículos y algunos siguieron a su perseguido. Varios pistoleros penetraron a la casa campestre contigua a la entrada, en donde la cocinera, Segunda Florentina Arboleda Cabezas, acababa de servir el bufé en bandejas plateadas. La mujer y otros dos hombres que la acompañaban cayeron acribillados a tiros. La estancia se inundó de sangre.
Mientras tanto, al oír los tiros, los espectadores y jugadores en el campo de fútbol optaron por huir y dejaron sus automóviles abandonados. Unos escalaron los muros, otros las mallas y fueron a dar a los cañaduzales que rodean el complejo. Valencia, el ex jugador del América, y su compañero escalaron una muralla y escaparon ilesos.
Entre tanto, otros de los atacantes habían establecido un retén y dieron muerte al jornalero del ingenio Mayagez, Francisco Hernán Guerrero Flórez, quien en una bicicleta se dirigía a su vivienda.
Otro hombre también fue obligado a bajar de una camioneta y a tenderse en el piso donde los desconocidos lo remataron a tiros. Los vecinos de El Cabuyal, cuyas primeras casas empiezan casi al final de la finca atacada, se encerraron en sus viviendas y apagaron las luces.
Un hombre que viajaba en una motocicleta intuyó el peligro y aunque herido a bala en sus piernas, alcanzó a escapar y llegar hasta una vivienda donde fue auxiliado hasta cuando llegó una ambulancia. El tiroteo duró una media hora.
Anoche, extraoficialmente trascendió que la Policía del Valle allanó la finca donde, por espacio de dos meses, vivieron los hombres que ejecutaron la masacre del martes.
En el inmueble, situado en la vereda San Rafael, municipio de Santander de Quilichao (Cauca), las autoridades hallaron una caleta donde estaban escondidas las armas utilizadas en el múltiple crimen. Había 11 fusiles R15, 4 subametraladoras miniuzi, 3 fusiles AUG con mira telescopica, 2 fusiles galil, 45 proveedores, granadas y numerosos uniformes camuflados del Ejército y la Policía.
Igualmente, habrían sido capturados cuatro hombres jóvenes, con acento paisa, que portaban documentos de identidad de La Estrella e Itagí (Antioquia), y llevaban cuatrocientos mil pesos en efectivo en sus bolsillos.
La investigación fue asumida por un equipo mixto de jueces de Orden Público e Instrucción Criminal. La comisión, que contará con el apoyo de equipos de Inteligencia de la Policía y el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), estará compuesto por 14 personas, entre jueces, miembros del Cuerpo Técnico de Policía Judicial y auxiliares. Se reactivó la guerra Para las autoridades del Valle de Cauca la masacre fue obra del Cartel de Medellín, que de esta forma reanudó la guerra contra el Cartel de Cali. El episodio es un eslabón más en la cadena de sangre que las dos organizaciones han tejido desde que se trenzaron en una batalla mortal.
La guerra comenzó el 13 de enero de 1988 con la explosión de un carro-bomba frente al edificio Mónaco en Medellín, de Pablo Emilio Escobar Gaviria. El capo comenzó entonces una ola de atentados terroristas a lo largo y ancho del país contra los negocios de Gilberto Rodríguez Orejuela, sindicado por la Agencia Federal de Drogas de Estados Unidos, DEA, de ser el jefe del Cartel de Cali. En la ofensiva fueron dinamitadas más de medio centenar de las sucursales de Drogas La Rebaja y algunas de las sedes del Grupo Radial Colombiano.
Aunque gran parte de los atentados fueron hechos con petardos, otros se realizaron con carro-bombas que causaron la muerte de decenas de inocentes. El último hecho de estas características ocurrió en Cali el 3 de mayo de este año cuando un vehículo cargado con cien kilos de dinamita estalló frente a una Supertienda La Rebaja. La onda explosiva causó cinco muertos y 33 heridos. Los muertos y los heridos El Comando de la Policía Metropolitana de Cali informó que son 18 los muertos, 14 de ellos plenamente identificados y cuatro que permanecen en la morgue de Palmira, como N.N.
En la cancha de fútbol se encontraron cédulas, tarjetas de crédito, certificados judiciales y otros elementos.
La lista de muertos es: Wilmer Hurtado Mesa (20 años); Libardo Aparicio Lennis, de Cali (42); Aníbal Román Vélez, de Titiribí, Antioquia (62); José Edison Izquierdo Quintero, de Palmira (35); Jhon Jaime Hernández Ortega (17); Hugo Octavio Peláez Ruiz, de Medellín; Segunda Florentina Arboleda Cabezas, de Ibagué (34); Juan Ramón Posada Murillo, de Jamundí (20); Francisco Hernán Guerrero Flórez, de Candelaria (36); Manuel Francisco Ospina, de Candelaria (34); Reynaldo Camacho (50); Javier Ricas Ortiz, de Jamundí (20); Diego Fernando Gómez (30); y Héctor Barbeti (21).
En la morgue aún permanecen cuatro cadáveres con las siguientes indicaciones: N.N. sexo masculino, tez trigueña, 1.65 metros de estatura; N.N., sexo masculino, tez trigueña, 1.70; N.N., tez trigueña, 1.65; y N.N., sexo masculino, tez trigueña, 1.63, 40 años.
Las personas heridas con armas de fuego son: Pedro José Rodríguez Mosquera (50), de Cartago, casado, de profesión carnicero y residente en el corregimiento de Montebello; Freddy Tello Núñez (19), de Palmira, soltero; Leonardo Solarte, de Palmira; John Palacios Hincapié, de Candelaria y residente en Palmira.