La última vez que doña Elsa Torres tuvo noticias de su hijo Andrés Delgado fue en mayo de 1998, cuando él le escribió desde una pequeña finca en la Sierra Nevada de Santa Marta para decirle: Hola, ma, estoy en la montaña. Este sitio es para vivir como un rey. No te preocupes por mí porque mejor no podría estar .
eltiempo.com
Autor SIXTO ALFREDO PINTO CASTRO Redactor judicial de EL TIEMPO
15 de junio de 1999
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-902010
Hoy, más de un año después, doña Elsa no sabe dónde está Andrés, de 22 años. Su hijo desapareció con su cuñado Marco Micheletti, un italiano de 30 años, y su amigo José Carlos Hidalgo Brena, de 32.
Doña Elsa dice que hay testimonios según los cuales su hijo y los dos compañeros fueron secuestrados por un reducto del Eln, en lo que ella denomina una de las primeras pescas milagrosas y luego vendidos a las Farc.
Desde octubre de 1997, Andrés Delgado viajó de Bogotá a Santa Marta. Allí se hospedó en la casa de su abuela paterna y decidió pasar una temporada.
Según el relato de su mamá, un día fue invitado a un paseo a la población de Minca, a dos horas de Santa Marta y en jurisdicción de la Sierra Nevada. Allí conoció a José Carlos Hidalgo Brena, Pipo , un baquiano de la región y propietario de una finca en San Lorenzo, unos kilómetros arriba de Minca. El sitio se volvió lugar obligado para frecuentar.
En enero de 1998, Andrés Delgado decidió subir a San Lorenzo en compañía de Pipo y su cuñado Micheletti. En la finca, según le escribió a su madre, se iba a pasar un tiempo mientras esperaba la respuesta sobre la admisión a la Universidad Nacional de Costa Rica, a donde tenía pensado irse a estudiar en junio de ese año.
Precisamente, en la última carta, su hijo no sólo le dijo que estaba en un lugar para vivir como un rey sino que le describió el paisaje: Estoy escribiendo desde el frente de la casa, con dos vacas y dos terneros al frente para ordeñar mañana, porque ya tomamos leche. Al frente en una montaña inclinada hay un potrero, donde se ven los caballos, las mulas y los toros .
Desaparecieron
Un mes después de recibir la misiva, en junio de 1998, el drama de doña Elsa empezó cuando Ana María, la esposa del italiano, la llamó y le dijo que los tres estaban desaparecidos.
Al principio nadie se dio cuenta. Pensamos que habían salido de viaje, que habían bajado a la playa, porque había mucho invierno en la Sierra. Yo esperé ese fin de semana que era un puente, pero no regresaron .
Sus esperanzas se centraron entonces en la versión de un baquiano que dice haberlos observado. El 11 de junio del 98 hay una persona que los vio bajar hacia Minca. Hemos hecho muchas averiguaciones, pero nadie los ha visto , agrega doña Elsa. Lo peor, advierte, es que ningún otro labriego confirma este testimonio.
Sospechamos que esta fue una de las primeras pescas milagrosas de la guerrilla. Existen informaciones de que sí los tienen, pero no hay una sola prueba de supervivencia , relata.
Entonces fui a País Libre para que me asesoraran, a la Cruz Roja, a la Defensoría del Pueblo, al Zar Antisecuestro, e inclusive a donde monseñor Emilio Sthele. El me dijo que iba a averiguar, pero hasta la fecha ninguno me da razón , añade.
Sus pesquisas La angustia ha llevado a doña Elsa a hacer pesquisas por su cuenta, junto con los familiares de los otros dos jóvenes, porque según ellos, la región es de alta influencia subversiva y las autoridades tienen miedo de acercarse allá debido al secuestro de miembros del CTI, a principios de este año, a manos del Eln.
Los parientes del italiano Marco Micheletti quien lleva tres años radicado en el país han adelantado gestiones ante El Vaticano para tratar de encontrarlos o saber algo de su paradero, pero tampoco han recibido respuesta.
Estuve hablando con personas de la Fiscalía y el Gaula en Santa Marta, Valledupar y Bogotá y me dijeron que ellos no podían subir allá porque esa es zona guerrillera , dice doña Elsa.
En el lugar, añade ya estuvo el Ejército y revolcó la casa, pero ni siquiera habló con la gente que los vio bajar .
La guerrilla sabe
En una oportunidad, relata doña Elsa, un informante de la guerrilla les dijo que a los tres muchachos se los llevó un frente del Eln, pero que no se preocuparan porque estaban bien de salud.
Recientemente, una persona que también se identificó como miembro de la subversión le dijo a una de sus allegadas que los tres jóvenes fueron vendidos por el Eln a las Farc.
Sin embargo, doña Elsa se muestra extrañada porque después de un año de estar cautivo su hijo nadie la ha llamado a darle las pruebas de supervivencia.
A mí me han llegado dos cartas supuestamente de la guerrilla, en las que nos dicen: No se preocupen, sus familiares se encuentran bien y están en una investigación. En mes y medio los podemos soltar , reveló Ana María la esposa de Marco Micheletti.
Es más, en respuesta a una carta de los parientes de los tres secuestrados, los grupos paramilitares que operan en el Magdalena comandados por Hernán Giraldo negaron tener en su poder a los tres jóvenes y culparon del hecho a la guerrilla.
Hoy en día, doña Elsa, en medio de lágrimas, implora a quiénes tengan cautivos a los tres jóvenes que se apiaden y los entreguen. Es una agonía sin fin. Es tan difícil describir el dolor. Le pido al grupo guerrillero que lo tenga secuestrado o a la persona que sepa de su paradero, así sea vivo o muerto, con todo el dolor que puedo sentir, que nos digan qué quieren , concluye.
Wilson Vizcaino/ EL TIEMPO
EDUARDO ANDRES DELGADO TORRES, 22 años MARCO MICHELETTI, 30 años JOSE CARLOS HIDALGO BRENA, 32 años