CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA

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El eco de los 10 disparos que pusieron en vilo al proceso de paz entre el gobierno y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) asustaron al ganado que a esa hora pastaba en las espléndidas llanuras de la ‘zona de ubicación’, en Tierralta, Córdoba. Fueron hechos a las 6 :40 del atardecer del domingo 10 de abril contra tres civiles desarmados a quienes los unía la pasión por la educación y la defensa del ideario del Partido Liberal.

Se trataba del diputado Orlando José Benítez Palencia, de 47 años; de su hermana la profesora Liris del Carmen, de 49; y del también maestro José Francisco Mestra Martínez, de 34. Los dos últimos habían decidido acompañarlo en su correría a Valencia, un pueblo pequeño y separado de Tierralta por las aguas cobrizas del río Sinú. ”Vamos que no me a va a pasar nada. Ya el comandante me dio el permiso”, les animó el diputado sin especificarles a quién se refería.

Los temores de sus acompañantes no eran infundados pues en el municipio de Valencia reina, con mano de hierro, un hombre cuyo historial atraviesa la historia reciente de la violencia en Colombia: el paramilitar Diego Fernando Murillo Bejarano ‘Don Berna’, actual inspector de las AUC y quien en tiempos pasados fue miembro activo del cartel de Medellín y luego integrante de ‘Los Pepes’, banda armada que ayudó a la cacería del capo Pablo Escobar Gaviria.

”Aquí se hace lo que el señor ordena”, le dijo a SEMANA un poblador en voz baja aunque con el acento marcado en ‘El Señor’. Y su mensaje había sido el de que nadie fuera a Valencia a hacer política sin contar con su visto bueno. En las dos últimas elecciones a la alcaldía se habían presentado sendos candidatos en solitario, quienes naturalmente ganaron. Para Benítez Palencia aceptar la prohibición era difícil no sólo por razones electorales sino también sentimentales pues allí nació, escribió varios libros sobre su historia y aún tenía gran parte de su familia.

El año pasado se atrevió a violar ese exilio forzado y retornó obligado pues su mamá había muerto y quería asistir a su funeral. Tuvo la insólita precaución de ir disfrazado aunque los hombres del bloque ‘Héroes de Tolová’ lo interceptaron, lo insultaron y lo amenazaron por haberse atrevido a violar las normas impuestas por su comandante, ‘Don Berna’. Lo dejaron ir probablemente por la presencia de tantos testigos aunque le dijeron que si volvía a regresar lo mataban.

El domingo 10 de abril regresó confiando en ”el permiso” del ”comandante”. Aunque no especificó a cuál de ellos se refería, en Montería circula el rumor de que quien le dio el visto bueno fue el desmovilizado Salvatore Mancuso, hecho que éste último niega y dice que es ”producto de manipuladores que quieren afectar el proceso de paz” para ”causar divisiones en el seno de las AUC”. Cierto o no, Benítez volvió a invitar a los militantes para que participaran en la elección de delegados al congreso liberal que se realizará en los próximos días. Según voceros de la Policía de Córdoba fue seguido durante todo el día por integrantes del bloque ‘Héroes de Tolová’. En el atardecer subió su carro al planchón para cruzar el río Sinú y allí un hombre le dijo que necesitaban hablar con él. Al bajarse, los paramilitares les dijeron a los acompañantes que podían irse porque el asunto no era con ellos y que sencillamente querían era conversar con él. Su hermana y el profesor le expresaron que si como ellos decían no era para nada malo entonces lo acompañarían. Los demás testigos vieron a los hombres y a sus ‘invitados’ tomar en dirección a la ‘zona de ubicación’, donde está concentrado el estado mayor negociador de las AUC. Se trata de 368 kilómetros cuadrados del municipio de Tierralta en cuyo corazón está el corregimiento de Santa Fe de Ralito, sede principal de los diálogos con el gobierno.

Según el informe de Medicina Legal, Benítez recibió dos disparos en el rostro hechos a corta distancia. Su hermana recibió cuatro y varias patadas en el rostro mientras que el otro docente recibió los otros cuatro. Los 10 tiros que se hicieron no sólo acabaron con la vida de tres personas apreciadas en Córdoba por su entrega a la educación, razón por la cual en las escuelas hubo jornadas de luto, sino que hirió gravemente al proceso de paz pues en una investigación relámpago de la Fiscalía concluyó con la detención de los ocho autores materiales del múltiple crimen -todos integrantes del bloque ‘Héroes de Tolová’- y la orden de captura contra su comandante ‘Don Berna’ que se hizo efectiva en la tarde del viernes pasado.