Una nueva matanza de personas vinculadas al comercio de esmeraldas se registró al amanecer del viernes en una zona rural de la inspección de Coscuez, jurisdicción de San Pablo de Borbur, al occidente de Boyacá. Cinco campesinos fueron asesinado mientras dormían en una humilde vivienda. Las autoridades carecen de pistas de los autores del crimen.
eltiempo.com
3 de octubre de 1992
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-215750
Según testimonios entregados por las autoridades de la región, entre las víctimas aparecen tres mujeres y dos hombres, con edades que oscilan entre los 30 y 40 años.
Los muertos son: Jairo Pascual Piraneque, Luis Hernando Fajardo Castellanos, quien recibió 14 impactos de arma de fuego; Graciela Lara Lancheros (ocho disparos); Gloria Alcira Castellanos Peña y Margarita Lancheros León.
Las autoridades dijeron que podría tratarse de una venganza entre personas dedicadas a la explotación de esmeraldas. Sin embargo, la versión comenzó a ser investigada en razón a que hay un total misterio en torno de los posibles autores materiales del múltiple crimen y las circunstancias que lo rodearon.
Se supo que las víctimas se encontraban durmiendo el viernes en la madrugada en una humilde vivienda de la zona rural de Coscuez. Al parecer, los homicidas penetraron a la vivienda y los acribillaron en sus lechos. Para la acción, utilizaron armas automáticas, posiblemente fusiles y ametralladoras.
Un portavoz de la Alcaldía de Borbur dijo que eran campesinos que vivían de la explotación de esmeraldas y al parecer no tenían enemigos, por lo cual la matanza los tiene desconcertados.
Algunos vecinos aseguraron haber escuchado los tiros, pero se imaginaron que podría tratarse de alguien haciendo disparos al aire y no le prestaron atención.
Los cuerpos fueron encontrados al amanecer del viernes. El sepelio colectivo de las víctimas se efectuará hoy en San Pablo de Borbur.
Otra versión señala que posiblemente los campesinos encontraron durante el día alguna cantidad considerable de esmeraldas y delincuentes comunes que actúan en esa zona les rastrearon en la noche para asesinarlos y quitarles las piedras preciosas.
Las autoridades departamentales, por su lado, dijeron que el crimen ha sido considerado como un hecho aislado en el proceso de búsqueda de la paz en que se encuentra la región desde hace dos años.