CINCO MUERTOS EN EL CENTRO DEJAN SICARIOS DE LOS PARAS’

A las 10:45 de la noche del miércoles, dos hombres armados entraron al bar J.R., en la carrera 10 No. 2A-26, en el barrio Las Cruces, centro de Bogotá.

eltiempo.com
9 de diciembre de 2005
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A esa hora, unas 10 personas oían vallenatos y bebían licor en ese negocio, rodeado de prostíbulos y talleres de mecánica.

En cuestión de segundos, y a mansalva, los dos hombres abrieron fuego con un revolver calibre 38 y una pistola Pietro Baretta.

Cinco personas perdieron la vida: Nicasio López, de 36 años y dueño del bar; José Olmedo Vega, de 35; Carlos Julio Colorado, de 38, José Primitivo Calderón, de 36, y Ana Elvia Rodríguez, de 46.

Dos personas heridas También resultaron heridas otras dos personas, que se recuperan en el hospital Santa Clara, a pocas cuadras del sitio donde se perpetró la masacre. Sus identidades no fueron reveladas por la Fiscalía, por razones de seguridad.

“Acá lo único que sabemos fue que los ‘paras’ hicieron esto y que en ese negocio ya se había dado otra balacera, hace algunos meses”, contó una trabajadora sexual del sector.

Los dos sicarios huyeron del lugar a pie, pero minutos después de cometer la matanza, una patrulla de la Policía Metropolitana los detuvo, y ambos reconocieron su culpabilidad.

Los dos hombres fueron identificados como Cesar Linares Fajardo, de 37 años, y Henry Vásquez, de 31. “Teníamos que hacer esta vuelta porque sabíamos que ellos nos la iban a hacer a nosotros”, dijo uno de ellos, según informó la Policía.

Fuentes de esa institución explicaron que Fajardo tiene antecedentes penales por hurto calificado y agravado.

Ambos, al parecer, llegaron a Bogotá procedentes del municipio de Yacopí (Cundinamarca), donde hay una elevada influencia de grupos paramilitares.

“Los dos tienen nexos con autodefensas y el plan era asesinar a tres hombres que estaban en el bar (José Olmedo Vega, Carlos Julio Colorado y José Primitivo Calderón), pues con ellos tenían unas disputas por el control de la venta de droga en el centro de la ciudad”, reveló a EL TIEMPO el oficial de la Policía que estuvo al frente de su captura e interrogatorio.

Los capturados fueron sometidos a una primera indagatoria en los juzgados de Paloquemao, donde aceptaron cargos por homicidio agravado y porte ilegal de armas.

La Policía Metropolitana sostuvo que el bar donde ocurrió la masacre había sido sellado en tres ocasiones por ser un expendio de marihuana, cocaína y bazuco.

DESMOVILIZADOS ESTÁN GENERANDO VIOLENCIA’ “

El problema de la inseguridad en Bogotá lo está generando, básicamente, la población desmovilizada de las autodefensas, pues son ex combatientes que están en el proceso de asegurarse su superviviencia a como dé lugar”, dijo ayer un alto oficial de la Policía Metropolitana, que pidió la reserva de su nombre.

Ellos todavía no van a volver a sus lugares de origen ni mucho menos al campo y, aunque hoy están en la legalidad, recurren a lo que sea para empezar a controlar negocios que les sean rentables en la ciudad, como la venta de drogas. A ellos le genera temor saber que pueden perder poder y dinero de un momento a otro”, añadió el oficial.

Hace menos de tres semanas, Bogotá y Soacha (Cundinamarca) fueron el escenario de diez muertes en menos de 72 horas por ajustes de cuentas entre expendedores de drogas y jaladores de vehículos, que presuntamente tenía algún tipo de nexos con paramilitares.