Los trabajadores de la clínica Primero de Mayo del Instituto del Seguro Social (ISS) solo atendieron ayer urgencias, como protesta por los cinco asesinatos de sus compañeros, ocurridos en menos de un mes.

eltiempo.com
9 de agosto de 2000
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Más de 125 médicos, enfermeras, laboratoristas, personal de oficina y servicios generales acudieron al centro asistencial, pero no prestaron atención al público.

Ayer, se ignoraba si la normalidad volvería hoy a esta clínica, cuyo cierre afecta a 20 mil afiliados en la ciudad y a pobladores del sur de Bolívar y del nororiente de Antioquia.

Fuentes del sindicato de trabajadores de la Primera de Mayo dijeron que esta semana abandonaron la ciudad los dos últimos directivos de ese gremio porque fueron amenazados de muerte mediante llamadas telefónicas.

Están atentando contra todos nosotros, que lo único que hacemos es salvar vidas , dijo una enfermera del centro hospitalario perturbada por la muerte de sus compañeros y quien no quiso suministrar su identidad.

La paramédica agregó que se habla de una lista con nombres de otros empleados y que eso tiene a todo el personal impaciente y dispuesto a pedir el traslado a otras ciudades.

El alcalde, Elkin David Bueno Altahona, presidía al atardecer de ayer un consejo de seguridad en el auditorio de la clínica. Una delegación de trabajadores le dijo al mandatario que si siguen los asesinatos cerrarán la clínica.

El director del centro asistencial, Francisco Javier Mesa, viajó a Bogotá para informar a sus superiores lo que está pasando. Igualmente, un grupo de directivos viajó a Bucaramanga para hacer lo mismo.

El primer crimen ocurrió el 11 de julio. Ese día asesinaron a Elizabet Cañas Cano, de 40 años, empleada del departamento de servicios varios. Cañas había atestiguado el año pasado en el Tribunal Internacional de Opinión que encontró al Estado responsable de la masacre paramilitar ocurrida el 16 de mayo de 1998, en esta ciudad. Una de las víctimas era hijo de Cañas.

El 13 de julio fue asesinado Diego Fernando Gómez Suárez, de 43 años, técnico de mantenimiento de la clínica y dirigente sindical; el 25 de julio mataron a Elkin Durán Sánchez, vigilante del departamento de admisiones; el pasado jueves asesinaron a Miguel Angel Mercado González, médico cirujano, y el viernes a Eliécer Corredor Calderón, de 38 años, farmaceuta.