Alias: “EL PELAO”
COLOMBIA NUNCA MÁS
Itinerario de los Victimarios según estructura Paramilitar
Junto a su hermano Fidel, Carlos Castaño Gil fue uno de los pilares del paramilitarismo en Colombia. Protegido y ayudado por miembros de las Fuerzas Militares, a partir de 1995 era la cabeza visible de los grupos paramilitares en el país agrupados bajo las Autodefensas Unidas de Colombia AUC.
En 1981, luego de que su padre muriera de un infarto cuando se encontraba secuestrado por las FARC, los hermanos Castaño empezaron a colaborar con el ejército como informantes.
En el Bajo Nordeste antioqueño, el Partido Comunista y el MOIR fueron perseguidos y golpeados duramente en 1983, con el asesinato de varios de sus líderes más destacados así como su base social en la zona rural de Segovia y Remedios (Antioquia). Dicha política de exterminio tuvo como principal ejecutor al Batallón de Infantería No. 12 ”Bomboná”, al mando del Teniente Coronel Luis Eduardo Torres Mesa (1982) y del Teniente Eduardo Enrique Romero Barrios (1983), y con la participación de Fidel y Carlos Castaño Gil. Para entonces los hermanos Castaño ya habían participado en un curso de entrenamiento militar, al que también asistieron Gonzalo de Jesús Pérez y Ramón Isaza.
Posteriormente Carlos Castaño y su hermano Fidel, comandaron un grupo paramilitar que tenía asiento en Córdoba, el cual se expandió hacia el Urabá siendo responsables de varias masacres y numerosos asesinatos ocurridos en la región. Luego de la presunta muerte de Fidel Castaño, Carlos se hizo comandante de la estructura que se denominó Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá ACCU, y tiempo después de las Autodefensas Unidas de Colombia AUC, de las que fue su líder desde 1995.
Entre el 15 y 20 de julio de 1997, aproximadamente 48 campesinos y pobladores del municipio de Mapiripan (Meta), la mayoría de ellos sin identificar, fueron torturados, desmembrados, desviscerados, degollados y arrojados al río Guaviare por un grupo cercano a doscientos hombres pertenecientes a las ACCU provenientes del Urabá, que permanecieron en la localidad por cinco días sin ser repelidos y perseguidos por la fuerza pública acantonada en la zona. Carlos Castaño reivindicó públicamente la ejecución de 48 personas, de las cuales muchas de ellas permanecen en la condición de desaparecidos.
El 27 de febrero de 1998, el abogado Jesús María Valle Jaramillo, Presidente del Comité Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos de Antioquia, fue asesinado por paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia -AUC-, organización comandada por Carlos Castaño Gil, en el interior de su oficina, ubicada en el centro de la ciudad de Medellín (edificio Colón, oficina 405), hacia las 2:15 p.m. Castaño mismo fue quién ordenó el asesinato de Jesús María.
El 4 de mayo de 1998, dentro de la ofensiva desplegada en el Meta por las ACCU-AUC ordenada por Carlos Castaño, 200 paramilitares asesinaron con sevicia a cerca de 17 personas en la Inspección de Policía de Puerto Alvira, jurisdicción de Mapiripan. 14 de las víctimas fueron ejecutadas en la estación de gasolina de la localidad.
El 28 de noviembre de 1999, el activista de derechos humanos y miembro de la Mesa Regional Permanente por la Paz del Magdalena Medio, Edgar Quiroga de 34 años, y el campesino Gildardo Fuentes, de 18 años, fueron torturados y desaparecidos, en una acción conjunta entre miembros del Batallón Nº 45 Héroes de Majagual y paramilitares de las ”Autodefensas Unidas de Colombia” -AUC-, en la vereda La Placita del corregimiento Cerro Azul de San Pablo. Edgar y Gildardo habían llegado el día anterior a este lugar, cuando al pasar por un retén paramilitar fueron señalados por un hombre joven de apellido Pareja, siendo retenidos. Los paramilitares los llevaron a hablar con el ”Comandante Carlos” (o sea Carlos Castaño), quien los interrogó sobre su presencia en la zona. Edgar le explicó que estaban adelantando una labor humanitaria y que contaban con el respaldo del gobierno. Hacia las 4 p.m. fueron subidos a un helicóptero militar que aterrizó frente a la gasolinera del pueblo donde fueron amarrados de pies y manos y golpeados. Antes de partir un paramilitar conocido como ”Niche” les dijo que a Edgar lo llevaban para San Blas (corregimiento de Simití) porque ”los jefes” lo necesitaban para hablar con él y que a Gildardo lo matarían inmediatamente. Desde entonces se desconoce el paradero de los líderes campesinos.
En circunstancias extrañas, y en el marco de las ”negociaciones de paz” adelantadas por las AUC con el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, Carlos Castaño desapareció en abril de 2003 en una finca ubicada en zona rural de Necoclí (Antioquia). Versiones sin confirmar aseguran que se encuentra muerto.
ANALISIS DE IMPUNIDAD
Por su participación en el asesinato de Jesús María Valle Jaramillo, la Fiscalía Especializada de Antioquia inició la investigación sindicando a Carlos Castaño y otros, continuando con la misma los Jueces Penales Especializados del Circuito de Medellín, sin que se sepa el resultado de estas investigaciones.
Por la masacre de Mapiripan, el Juzgado Segundo Especializado de Bogotá el 18 de junio de 2003 lo condeno a 40 años de prisión por los delitos de homicidio agravado y secuestro agravado.