Alias: “COMANDANTE BLADIMIR”; “EL NEGRO BLADIMIR”
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Itinerario de los Victimarios según estructura Paramilitar
Alonso de Jesús Baquero antes de ser un reconocido terrateniente de Puerto Berrío (Antioquia) y ser uno de los más activos miembros de las estructuras paramilitares de la región, había sido guerrillero de las FARC.
En abril de 1987, los campesinos Jesús Darío Rentería Correa, Humberto Quiroga, Samuel NN, Luis Magnu Chaverra, Isaías NN, José NN, Telmo Zambrano, Hernando Bustamante y cinco personas más no identificadas, fueron asesinados durante una incursión armada a la vereda Número Siete, ubicada en Cimitarra (Santander), conocida como ”Operación Cero Siete”, adelantada por el grupo paramilitar comandando por Henry de Jesús Pérez Durán, por orden del Comando del Batallón Rafael Reyes. El operativo fue coordinado entre Alonso de Jesús Baquero Agudelo y los oficiales del Batallón Rafael Reyes: Coronel Pinzón, el Mayor Rubiano y el Capitán Alirio Forero.
En octubre de 1987, diecinueve personas, la mayoría de ellas dedicadas al comercio de mercancía de contrabando, fueron torturadas y desaparecidas por miembros del Batallón Bárbula y paramilitares del grupo al mando de Henry de Jesús Pérez Durán, por orden del Brigadier General Farouk Yanine Díaz. Baquero Agudelo fue uno de los paramilitares que participó en el hecho.
El 17 de enero de 1988, en el corregimiento San José del Nus de San Roque (Antioquia), el sacerdote Jaime Restrepo López fue asesinado en la capilla. Según las confesiones ante la Procuraduría, del ex agente de Inteligencia Militar y ex miembro del grupo paramilitar URE, Martín Emilio Sánchez Rodríguez, el Oficial Navas Rubio dio la orden a miembros del mencionado grupo de asesinar al sacerdote. El grupo URE tenía su sede en Puerto Berrío (Antioquia) y estaba integrado por miembros de la XX Brigada, de los B-2 de las Brigadas V y XIV y por civiles adscritos a las redes de inteligencia de estas unidades. La acción fue comandada por el paramilitar Baquero Agudelo.
El 11 de noviembre de 1988 fueron asesinadas 43 personas y heridas otras 50 más en Segovia (Antioquia). Ese día fue suspendido el patrullaje que diariamente realizaban en la población a las 6 de la tarde, efectivos militares, y no se presentaron los escoltas de la Policía asignados a la alcaldesa y la presidenta del Concejo Municipal de Segovia, ambas militantes de la Unión Patriótica. La masacre fue reivindicada por el grupo paramilitar ”Muerte a Revolucionarios del Nordeste”, igualmente conocido como ”Los Realistas”. Previo a la masacre, militares y policías protagonizaron el 26 de octubre una falsa toma de Segovia, en la cual pintaron graffitis anunciando el crimen y distribuyeron volantes del grupo paramilitar, los que fueron impresos en el mimeógrafo de la empresa Frontino Gold Mines Company a solicitud del Comandante del Batallón Bombona. Baquero Agudelo fue uno de los paramilitares que participó en el crimen.
El 18 de enero de 1989, en el sitio La Rochela, del municipio de Simacota (Santander), una comisión judicial que investigaba una cadena de crímenes cometidos por militares y paramilitares, fue interceptada por paramilitares y fueron asesinados once de sus integrantes. Según se estableció el crimen fue ideado y coordinado por el B-2 de las Brigadas V y XIV, y el G-2 de la II División, y para su consumación fueron utilizados paramilitares que trabajaban para las redes de inteligencia de esas unidades. El grupo era comandando por el jefe paramilitar Alonso de Jesús Baquero Agudelo, quien se identificó como el ”Comandante Vladimir”, máximo líder del XXIII Frente de las FARC’. Según declaró el paramilitar Efrén Galeno López, por la masacre Baquero Agudelo recibió 2OO millones de pesos, los cuales fueron enviados en un maletín por Yanine Díaz. Galeano López fue encargado por el alto Oficial de hacer la entrega, la cual se hizo en las afueras de las instalaciones de la XIV Brigada en Puerto Berrío.
Baquero Agudelo fue capturado en Puerto Berrío el 16 de agosto de 1989. Para 1992 estaba detenido en la Cárcel de Vista Hermosa.
ANALISIS DE IMPUNIDAD
Por la masacre de La Rochela de 1989, el 29 de junio de 1990, Alonso de Jesús Baquero Agudelo fue condenado a 30 años de prisión. No se conoce de condenas por los demás crímenes en los que participó.