ASESINAN DESPLAZADOS DE CARTAGO, VALLE DEL CAUCA

Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento – CODHES
11 de Julio, 2008
http://www.acnur.org/pais/index.php?accion=pre_imprimir&id=7817

Los hermanos Cortés fuero sacados de sus casas con engaños desde el pasado 30 de junio. Una llamada anónima le reveló a su familia que habrían sido asesinados por cuestiones de tierras.

Solo hasta el viernes 4 de julio las esposas de los hermanos Eber y Miyer Cortés Vargas, desplazados en 2003 de San Vicente del Caguán hacia Cartago, Valle, denunciaron su desaparición ante la Fiscalía de ese municipio.

Los dos hombres salieron de sus casas el lunes 30 de junio para ir hasta una finca en el municipio del Cairo donde fueron citados para realizar un negocio de ganado, ya que uno de ellos se dedica al comercio de carne.

Los días pasaron y al ver que no regresaban, sus esposas su padre y dos de de sus hermanos emprendieron el viaje hacia la finca donde supuestamente realizarían el negocio. Allí se enteraron de que los hermanos nunca fueron citados por el dueño de las reses y nunca llegaron al lugar.

El viernes 4 de julio la familia denunció las desapariciones en la Fiscalía de Cartago y miembros de la Asociación de Población desplazada Nuevo Amanecer, a la que pertenece la familia Cortés Vargas, hicieron lo mismo ante el comandante de la Policía Municipal, Mayor Romero, quien comenzó a investigar el caso.

De los posibles captores nada se sabe aún y la única pista que tiene las autoridades es una llamada anónima hecha al teléfono celular de una de las esposas de los desaparecidos, en la que le aseguraron que los habrían asesinado por una disputa de tierras en San Vicente del Caguán.

La familia sin embargo, asegura no saber de que problema se podría tratar, pues en el momento de su desplazamiento desde ese municipio del Caquetá, ninguno de sus miembros tenía líos por tierras.

Lo que sí pudo haber generado la desaparición de los dos hermanos Cortés Vargas, según dijeron a CODHES miembros de la Asociación Nuevo Amanecer, es que esa familia está vinculada y ha declarado en un proceso ante la Ley de Justicia y Paz por la muerte de otro de sus hijos a manos de un grupo paramilitar que llegó al Caguán luego de haber finalizado allí la zona de distensión con las Farc, y fue esta muerte la que generó el desplazamiento de la familia hacia Cartago.

En la últimas horas la Policía de Cartago halló en una de las alcantarillas del municipio dos cuerpos envueltos en bolsas plásticas que se pensó corresponderían a los de los hermanos Cortés Vargas. Pero los forenses que los examinaron descartaron que fueran ellos. Miembros de la Sijín Valle del Cauca se hicieron presentes en ese municipio para continuar con las investigaciones del caso y para investigar a fondo sobre la situación de violencia desatada por la aparición de grupos ilegales que han generado esta preocupante ola de extraños asesinatos. Entre tanto la Asociación Nuevo Amanecer informó al Ministerio del Interior sobre la situación y pidió medidas de seguridad especiales para toda la familia.

Al cierre de esta edición CODHES supo de una nueva llamada a las autoridades en la que se aseguró que los hermanos Cortés Vargas fueron llevados por sus captores a la finca Perla Roja, en inmediaciones del municipio de El Cairo, y asesinados allí por paramilitares, los mismos que el pasado 14 de junio obligaron a huir de ese predio a varias familias desplazadas que habían sido reubicadas allí.

Con la desaparición y supuesta muerte de los hermanos Cortés Vargas serían tres los miembros de la asociación de población desplazada Nuevo Amanecer asesinados en lo que va corrido del año por problemas de tierras. La otra víctima de esta persecución paramilitar fue Julio Cesar Molina, líder de población desplazada de Anserma nuevo, Valle del Cauca, quien encabezaba un proceso legal para evitar que las tierras entregadas por el gobierno a 20 familias desplazadas incluidas también en la asociación Nuevo Amanecer, que corresponden a las haciendas La Indiana y Germania de este municipio, fueran devueltas de manera irregular a su antiguo dueño, un narcotraficante de apellido Monsalve.

Molina había denunciado ante la Fiscalía varias amenazas de muerte recibidas de parte de los familiares de Monsalve y del ex director del Incoder Valle, José Joimer Tovar. Su muerte ocurrió a pocos metros de su casa y fue perpetrada por hombres que le dispararon desde una moto.

Con estas dos nuevas muertes ya son 18 los líderes de población desplazada asesinados desde 2002 por cuenta de procesos legales para reclamar el derecho a la reparación expresado en devolución de tierras o reubicación. Los departamentos en los que han sucedido las muertes son precisamente en los que la presencia paramilitar ha sido tradicional y continúa a pesar del cuestionado proceso de desmovilización.

Cuatro asesinatos han ocurrido en el Urabá Antioqueño, donde la disputa por las tierras es entre las comunidades afro colombianas y los empresarios de la palma. Cinco en Valle del Cauca, dos en Córdoba, uno en Nariño, otro en Norte de Santander, uno más en Putumayo, otro en Caldas donde la víctima fue un líder indígena y en la Costa Atlántica uno en Cartagena y otro en Maicao, Guajira.