Mientras asistían al sepelio colectivo de las cinco personas asesinadas en la madrugada del pasado domingo, los habitantes de Guadalupe (en el norte de Antioquia), murmuraban con temor que se trataba de la primera incursión de los paramilitares en esa población.

eltiempo.com
18 de noviembre de 1997
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-698220

En un recorrido macabro por algunas calles del centro de esa localidad, realizado hacia las dos de la mañana de ese día, varios hombres que portaban armas y vestían de civil tocaron a las puertas de sus víctimas, preguntaron con nombres propios por ellas y luego las asesinaron.

Respecto de lo ocurrido en Guadalupe, se conoció que el peor de los casos se vivió en la residencia del trabajador de oficios varios Efraín de Jesús Urrego. Su hija, de 15 años, murió baleada al interponerse entre los delincuentes y su padre. Ella quería evitar que lo asesinaran. Al final, los dos perdieron la vida.

Además, el grupo armado, del cual se dice que son paramilitares, masacró en sus propias casas al conductor Aicardo Marín Agudelo, de 33 años, y al comerciante Luis Alfredo Pineda, de 38.

Antes de salir del centro de ese municipio, los desconocidos tomaron como rehén a Jairo Alonso García Montoya, de 24 años. A él lo hallaron muerto horas más tarde en el sitio El Cañal, en la carretera que comunica a Guadalupe con la costa Caribe.

Lo que se dice es que los autores de la masacre fueron los paramilitares. Parece que ahora tienen asiento por los lados del río Porce y que desde allí entraron al pueblo , dijo un habitante de Guadalupe que, como otros, está atemorizado por la incursión.