eltiempo.com
8 de junio de 1992
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Cinco muertos y por lo menos 12 heridos de gravedad dejó una incursión de pistoleros en la Taberna-bar El Carriel, a cuadra y media del parque principal de Envigado, sur de Medellín. Un testigo del hecho, trasladado herido a un centro asistencial de Medellín, afirmó que hasta la puerta del establecimiento llegaron dos hombres en dos motos Yamaha 175 c.c. De inmediato comenzaron a disparar contra todos los presentes. Cuando estábamos en el piso tratando de protegernos de las balas, escuché una fuerte explosión. Al parecer era una granada , precisó la fuente.

Según el informe de las autoridades, la Taberna-bar El Carriel era frecuentada por homosexuales y no se conocía ningún tipo de amenazas contra el establecimiento o sus visitantes. El caso se presentó a las 11:15 de la noche, hora en que el establecimiento estaba casi lleno.

De acuerdo con el reporte entregado por voceros del Comando de Policía Envigado, las personas asesinadas en el atentado fueron identificadas como Héctor Mario Narváez Pareja, de 33 años, contador público; Carlos Arturo López Tamayo, 25, estudiante; Luis Javier Hurtado Jaramillo, 28; Oscar Monroy, 24, estudiante, y Albeiro Valencia, 28 años.

Con heridas de gravedad fueron trasladados al hospital Manuel Uribe Angel de la localidad, Oscar Arley Muñoz, de 20 años, obrero; Wilmar Parra Ramírez, 15, estudiante; Matilde Velásquez, 40; Francisco Castrillón, 29, obrero; Rafael Aristizábal, 42; Darío Bravo, 44, empleado; Carlos Mario Lopera, 20, estudiante, y Francisco Javier Restrepo Vélez. En la Policlínica Municipal de Medellín y la clínica del Seguro Social fueron internadas otras tres personas. Sus identidades son mantenidas en reserva.

Mientras el informe oficial precisa que el número de heridos no pasó de 12, versiones entregadas en Envigado señalan que estos pasan de veinte.

Varias de las personas que resultaron lesionadas con esquirlas de granada salieron por sus propios medios del lugar y fueron trasladadas, en vehículos particulares, a centros asistenciales de la capital antioqueña , dijeron las fuentes.

La versión del testigo, sobre la forma como sucedieron los hechos, fue ratificada en el informe oficial. Este señala que los atacantes dispararon varias ráfagas con una subametralladora nueve milímetros marca Uzi, desde la puerta hacia el interior del establecimiento. Así obligaron a los presentes a lanzarse al piso, luego arrojaron una granada de fragmentación para emprender la huida.

Voceros oficiales descartaron que el hecho hubiese sido perpetrado por uno de los grupos de delincuencia organizada que operan en el Valle de Aburrá. Lo atribuyen, en cambio, a un posible ajuste de cuentas o venganzas contra una de las personas que en ese momento departía en el establecimiento.

Es la primera vez que un hecho de esta naturaleza sacude a la ciudadanía de Envigado. En lo que va del año, en Medellín y Bello se han presentado 15 masacres. Pese a que muchos de estos hechos han ocurrido a la luz del día y en lugares públicos, sus autores materiales e intelectuales son desconocidos por los investigadores judiciales.