Salieron desplazadas el domingo de sus parcelas en la vereda Murmullo Medio, zona rural de Tierralta (Córdoba), tras el asesinato de su líder Azael Hernández Bedoya, ocurrido el pasado 15 de junio.
GUDILFREDO AVENDAÑO
Especial para EL TIEMPO
TIERRALTA (CÓRDOBA)
6 de julio de 2008
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-4363835
Las familias, en su mayoría compuestas por mujeres cabeza de hogar, ancianos y niños, fueron intimidadas por un grupo armado, al parecer de nuevas autodefensas, que los señalan de ser colaboradores de la guerrilla.
Los desplazados permanecen albergados en el colegio San Carlos, en el casco urbano de Tierralta, aprovechando la temporada de vacaciones escolares.
Un día después del secuestro y asesinato de Azael Hernández Bedoya, aparecieron las primeras amenazas contra la comunidad en hojas volantes distribuidas en todas las casas del poblado, en la que se relacionaban los nombres de 19 habitantes a los que se les ordenaba abandonar la localidad en menos de 24 horas so pena de ser asesinados.
Las amenazas se intensificaron este fin de semana por lo que la gente decidió trasladarse a Tierralta a pedir ayuda..
Aunque ningún grupo armado se hace responsables de las amenazas, los desplazados sostienen que en la zona hacen presencia bandas ligadas al narcotráfico como ‘los Paisas’, ‘Vencedores del San Jorge’ y ‘Héroes de Castaño’, al mando de alias ‘Don Mario’.
Samuel Montiel Borja, quien asumió el liderazgo de las familias luego de la muerte de Hernández, dijo que esta es la tercera vez que las familias de Murmullo tienen que salir desplazadas por cuenta de los grupos armados ilegales.
Explicó que la primera huida fue en 1996, cuando un grupo de la guerrilla de las Farc los obligó a dejar sus pertenencias para apoderarse del territorio que luego emplearon en cultivos ilícitos.
Sin embargo, dos años después el Ejército recuperó el territorio e hizo el acompañamiento para el retorno de las familias.
Pero el fantasma del desplazamiento volvió a aparecer en el 2003, cuando otro grupo armado sin identificar los acusó de ser colaboradores del gobierno del presidente Uribe. En esa ocasión asesinaron a dos campesinos que se resistieron al destierro.
Esa situación obligó a las familias de Murmullo a protagonizar por segunda vez la salida forzada de sus hogares.
Cansadas de repetir por tercera ocasión el desplazamiento, estas familias guardabosques pidieron al Gobierno reubicación en otro lugar distinto a sus parcelas.
”No vemos las garantías para regresar a nuestras casas y con ese cuento de la lista de amenazados, nadie puede vivir tranquilo”, dijo Montiel.
El alcalde de Tierralta, Aníbal Ortiz Naranjo, declaró que una vez conoció del desplazamiento de estas familias ordenó varias brigadas médicas y la entrega de mercados y colchonetas, pero que no puede prometer una reubicación masiva porque el Municipio no cuenta con el presupuesto suficiente para atender este tipo de situación.
”Le pido al Gobierno Nacional que nos colabore con recursos para construir viviendas para estas familias golpeadas por la violencia”, expresó el funcionario.
El alcalde de Tierralta anunció la llegada para mediados de agosto del Batallón Conjunto del Parque Paramillo, compuesto por 2 mil hombres del Ejército al mando del general Héctor Eduardo Peña Porras.
Este batallón, adscrito a la Brigada 17 con sede en Carepa (Antioquia), tendrá la responsabilidad de patrullar toda la zona del Paramillo, colaborando en la erradicación de cultivos ilícitos, en el desminado de la zona, y enfrentar a los grupos armados emergentes y de narcotráfico.