El 25 de octubre de 1981 en Puerto Boyacá, Boyacá, una patrulla lanzó dos granadas contra la casa de la señora IRENE COLORADO, a eso de la 9 y media de la noche, en la vereda Baranda del corregimiento de Puerto Guevara. Cuando las gentes que allí se encontraban durmiendo salieron dando gritos de dolor, una ráfaga de balas oficiales las acribilló, dejando como saldo 4 muertos: la señora ELVINA ALVAREZ, de 35 años, la niña EUCARIS SANCHEZ ALVAREZ, de 10 años, el niño HERNANDO SANCHEZ ALVAREZ, de 8 años, los dos anteriores hijos de Eloina Alvarez, y YURI GIRALDO, de 13 años. Tres niños, entre ellos un infante de once años quedan huérfanos como resultado de la masacre. El sepelio de las víctimas de este crimen militar, que ha causado indignación, fue muy concurrido, como expresión de protesta.