Marcos Marín

Fuente: JAVIER GIRALDO - www.javiergiraldo.org
Hechos
Masacre: ESTACIÓN COCORNÁ - PUERTO TRIUNFO 17-Sep-82
Víctimas en estos hechos: 5 (Asesinadas: 5- Desaparecidas: )
El 17 de septiembre de 1982 en el corregimiento Estación Cocorná, municipio de Puerto Triunfo, Antioquia, hacia las 6:30 de la tarde, los jovenes hermanos CARLOS AUGUSTO y ALIRIO BUITRAGO RAMÍREZ, miembros de la Comunidad Cristiana Campesina de la localidad, en compañía de otros jóvenes, se encontraban cenando en su casa, luego de haber terminado un partido de fútbol. De repente se presentaron cuatro individuos armados, uno de ellos vistiendo sudadera y los demás uniformes militares. Preguntaron por el jefe de la familia, pero Don Manuel Buitrago, el papá de Carlos y Alirio, no se encontraba. Entonces dijeron que querían conversar en privado con los hombres que se encontraban allí.
Alirio, Carlos Augusto, su primo FABIÁN BUITRAGO ZULUAGA, su tío GILDARDO RAMÍREZ y su amigo MARCOS MARÍN, 10 de edad, salieron de la casa y se reunieron con los extraños visitantes debajo de un árbol de totumo. Instantes después se escucharon ráfagas de ametralladora y los desconocidos desaparecieron.
Relata la fuente: “Ellos inocentes, creyendo que era ley, salieron con ellos, y, pues preguntaron cómo se llamaban ellos, les dieron el nombre y se los llevaron para la raíz de un árbol y los prendieron a tiros y los dejaron tirados por el suelo con grandes heridas en el cuerpo” (Carta de doña Herlinda Ramírez, Madre de Carlos Augusto y Alirio BuitragoRamírez a las Comunidades Cristianas Campesinas de Colombia).
Al escuchar el tiroteo, la madre de Carlos y Alirio huyó por la parte de atrás de la casa con sus doshijos menores, ocultándose en el bosque hastaque otros vecinos llegaron a ver qué sucedía. Cuando fueron a buscarlos, los cinco cuerpos yacían debajo del árbol bañados en sangre. Dos de las víctimas tenían 10 años de edad.
Los jóvenes campesinos, fueron asesinados porcinco paramilitares liderados por Matías Suárez, terrateniente de la vereda Santa Rita, acompañado entre otros por dos policías de la Estación Cocorná, uno de ellos llamado Carlos, el grupoera financiado por Enrique Gómez y Carlos García alias «El Gordo».
Al requerirse la presencia del Inspector de Policíade la Estación Cocomá, éste se negó a hacer el levantamiento de los cadáveres y el médico legista de Puerto Triunfo se negó a practicar las necropsias. Al día siguiente la familia y los vecinos recogierontos cadáveres y los llevaron a Estación Cocomá para ser sepultados. Después de la masacre los policías que participaron de los asesinatos huyeron del pueblo. El comandante de la Policía de la Estación Cocorná le dijo al Párroco, sin haber hecho ninguna indagación, que los autores habían sido guerrilleros de las FARC y que las víctimas sabían muy bien que ellos estaban allí.
El Comando del Ejercito informó a través del periódico El Tiempo, el día 23de septiembre de 1982, ''que el pasado 17 de los corrientes en la vereda Santa Rita, jurisdicción de Estación Cocorná. enfurecidos campesinos por la persecución de que han sido víctimas por parte de la guerrilla, enfrentaron a una cuadrilla de las FARC y dieron de baja a Carlos Augusto Buitrago Ramírez, Fabriciano Buitrago Zuluaga, Aliño Buitrago Ramírez, Marcos Marín y Gildardo Ramírez'.
Al parecer los victimarios tenían pensado realizar una masacre mayor, aprovechando la celebración del matrimonio de Alirio que estaba planeado para ese día y en el cual toda la comunidad veredal iba a estar reunida; el matrimonio fue aplazado a raíz del atentado que sufrió el Padre Bernardo López Arroyave, Párroco de la región, en días anteriores, en la vereda El Oro. Este atentado fallido aceleró los planes de masacre que los terratenientes tenían para la vereda Santa Rita.
Las víctimas tenían vínculos familiares entre ellos, Carlos y Alirio, eran hermanos, primos de Fabián y sobrinos de Gildardo. Marcos era un niño de10 años, amigo de los otros muchachos asesinados.
El 20 de septiembre el Obispo de Barrancabermeja envió una comunicación a las autoridades departamentales y nacionales recopilando los testimonios de varios campesinos de la vereda, pidiendo el esclarecimiento del hecho y el juzgamiento a los responsables.
Después de haber denunciado los hechos toda la familia fue amenazada y se vio obligada a desplazarse. Como consecuencia, su tierra quedó abandonada, lo que agravó su situación económica, sobreviviendo gracias a la solidaridad de las personas. ''Nos hicieron un daño irreparable porque uno en la casa, donde tiene la comidita y tener uno que salir prácticamente a aguantar hambre, irse de la región, de la casita. Nos tocó que salir con lo encapillaito, eso fue muy duro nos toco que sufrir verdaderamente...''.
Sin embargo, la familia Buitrago no perdió la esperanza, su madre comunicódías más tarde a las Comunidades Cristianas Campesinas: ''Esto es un caso muy doloroso para nosotros, pero mis hijos no murieron. Ellos siguen vivosen el corazón del pueblo y su sangre le da vitalidad a la comunidad. Elloscumplieron la voluntad de Dios. Todo aquel que da la vida al mundo por losdemás y llevando una vida cristiana como eran mis hijitos y mis compañeritos y mi hermanito, están haciendo la voluntad de Dios. Todo el pueblo lloró a mishijos porque no encontraban delito para haberlos matado tan dolorosamente. Y porque miraban que eran verdaderos cristianos. Ellos compartieron el Evangelio, ayudándoles a descubrir la realidad a los demás, participando en las tareas del hogar, estudiando la Biblia en familia. Pero este ejemplo será eterno. Ellos ya pasaron a la vida eterna, pero con su resurrección siguen siendo vivos entre todos nosotros para siempre. Porque el que ama a sus hermanos hasta dar su vida por ellos tendrá la vida eterna".
Ya desde 1981 se había detectado en la zona del Magdalena Medio la presencia de un grupo armado conformado por civiles pagados, pero dirigidos y entrenados por militares. Tres jóvenes sicarios que se entregaron a las autoridades de San Vicente de Chucurí, en enero de 1983: Manuel y Clodomiro Niño y Pedro Pablo Ortíz revelaron minuciosos detalles sobre el accionar de dicho grupo; el grupo se había formado en la Inspección de San JuanBosco de la Verde (Municipio de Santa Helena del Opón), donde el Inspector Isidro Carreño Lizarazo había sido el principal promotor. Dicha inspección era visitada constantemente por altos oficiales del Ejercito que se movilizaban en helicópteros, quienes eran los que proporcionaban las armas y entrenaban. Este grupo apoyó la creación del grupo paramilitar en la región de Puerto Triunfo.
A mediados de 1982, también se organizó en Puerto Boyacá otro grupo paramilitar durante la alcaldía del Capitán del Ejército Oscar de Jesús Echandía Sánchez.
En medio de estos dos grupos paramilitares, los sectores progresistas dela Iglesia, y los campesinos del municipio, empiezan a vivir horas amargas como blancos de la más despiadada represión. El Párroco de la Estación Cocorná, Bernardo López, escapó con vida a tres atentados, uno de ellos cometido en la vereda Santa Rita. Por tal motivo el Obispo de la diócesis de Barrancabermeja lo trasladó para salvar su vida, pero este traslado afligió bastante a las comunidades a las que acompañaba con su trabajo pastoral.
Después del asesinato de los jóvenes catequistas se produjo una alarmante oleada de crímenes y atentados en la zona. Monseñor Bernardo Arango, Obispo de Barrancabermeja, visitó al Presidente de entonces, Belisario Betancur, ante quien denunció los crímenes que los paramilitares estaban cometiendo en la región; ninguna medida fue tomada por el alto gobierno para garantizar la vida de los pobladores, ninguna investigación se abrió para esclarecer la autoría de la muerte de los catequistas y ninguna acción se emprendió para desmontar los grupos paramilitares que con el apoyo de la fuerza pública estaban exterminando a los campesinos".
Fuentes:
- 1. COLOMBIA NUNCA MAS Puerto Triunfo