«DESAPARICIÓN» Y TEMOR POR LA SEGURIDAD. POLICARPO EMILIO MAZO MAZO, ACTIVISTA ESTUDIANTIL

Policarpo Emilio MAZO MAZO, activista estudiantil

AMNISTÍA INTERNACIONAL
Índice AI: AMR 23/105/2001/s
10 de octubre de 2001
http://www.amnesty.org/es/library/asset/AMR23/105/2001/es/3e9b50f8-d8d6-11dd-ad8c-f3d4445c118e/amr231052001es.html

Policarpo Emilio Mazo Mazo, estudiante de la Universidad Autónoma Latinoamericana en Medellín, ha «desaparecido» tras ser detenido, según los informes, por unos hombres armados que se identificaron como agentes del Estado. Amnistía Internacional siente honda preocupación por su seguridad.

Según los informes, Policarpo Mazo fue detenido a las once de la mañana del 21 de septiembre. Al parecer, mientras lo detenían, unos testigos presenciales acudieron a la comisaría más cercana para denunciar el hecho. Cuando un policía interrogó a los dos individuos que lo estaban deteniendo, éstos se identificaron como agentes del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía. Entonces, según parece, el policía ayudó a los hombres a introducir a Policarpo en un automóvil que estaba estacionada ante la cercana Iglesia de la Candelaria. No se ha vuelto a ver al estudiante desde entonces.

Policarpo Mazo es un activo dirigente estudiantil que, en los últimos meses, ha recibido amenazas de muerte, según indican los informes. También fue agredido este mismo año por un grupo paramilitar. Varios dirigentes estudiantiles de todo Colombia han sido también amenazados por su activismo.

INFORMACIÓN GENERAL

Los activistas estudiantiles, los defensores de los derechos humanos, los sindicalistas y otros activistas han sufrido constantes amenazas y acoso por llevar a cabo su labor legítima de promoción y protección de los derechos humanos internacionalmente reconocidos. En el pasado, han sufrido amenazas de muerte, homicidios y «desapariciones» a manos de las fuerzas de seguridad y de sus aliados paramilitares. Otros se han visto obligados a trasladarse a otra región o incluso a abandonar el país ante el temor por su vida. Las fuerzas de guerrilla también han amenazado o matado a quienes consideran colaboradores del ejército o los paramilitares.